Elección del nivel de servicio para optimizar su inventario

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Desde febrero de 2015, Lokad recomienda vivamente no seguir utilizando niveles de servicio. De hecho, los niveles de servicio son difíciles de optimizar, y generalmente no reflejan bien las prioridades de negocio reales. Lokad ha introducido una tecnología de pronóstico más eficaz: los pronósticos probabilísticos, con los que ya no es necesario proporcionar los niveles de servicio como dato de entrada. Esta tecnología ofrece mejores resultados y la recomendamos vivamente.

Cuando se utilizan los pronósticos cuantílicos, el punto de reorden se calcula como una función de la demanda esperada, el tiempo de entrega y el nivel de servicio. La cantidad de reorden se calcula como el punto de reorden menos las existencias disponibles menos las existencias pedidas. El nivel de servicio representa la probabilidad deseada de no llegar a una situación de desabastecimiento. El artículo a continuación da una breve introducción al tema y una guía para establecer niveles de servicio apropiados.

La suposición implícita en esta definición es la siguiente: No resulta económico poder servir siempre una orden con existencias disponibles. Decidir sobre el nivel de servicio adecuado para un cierto producto significa, básicamente, equilibrar los costes de inventario con los costes de las faltas de existencias. El nivel de servicio es, por lo tanto, una variable importante a la hora de calcular las existencias de seguridad adecuadas; cuanto más elevado sea el nivel de servicio deseado, mayor será la cantidad de existencias de seguridad que deberán tenerse.

Lamentablemente, las funciones de costes que describen el problema son extremadamente específicas de cada actividad comercial. Mientras que los costes de inventario generalmente pueden determinarse con relativa facilidad, el coste de las faltas de existencias resulta mucho más complicado de determinar. Un cliente que no encuentra el producto en la tienda podría elegir una alternativa que se encuentra en la tienda, podría posponer la compra o bien comprarle a la competencia. En el sector de comestibles, por ejemplo, se sabe que las situaciones de faltantes en anaquel de ciertos productos indispensables hacen que los clientes se vayan de la tienda y se dirijan a la competencia.

Como ilustra este ejemplo, las funciones de coste asociadas no son solo específicas de la actividad comercial, sino también específicas del producto. Si se tiene en cuenta que la mayoría de los fabricantes y minoristas tratan con cientos y cientos de miles de productos, resulta evidente que un abordaje extremadamente científico no es aconsejable ni practicable.

La buena noticia es que, en la práctica, resulta suficiente trabajar con un marco simple que pueda calibrarse con el tiempo.

Cómo comenzar

Muchos minoristas consideran los niveles de servicio como parte de su propiedad intelectual, y por lo tanto los custodian férreamente. No obstante, algunas cifras aproximadas podrán proporcionar un buen punto de partida: Un nivel de servicio típico en el sector minorista es de 90 %, con artículos de alta prioridad que alcanzan el 95 %. Hemos visto a varios clientes elegir con éxito un abordaje muy pragmático, estableciendo su nivel de servicio en un punto de partida uniforme del 90 %, mejorándolo y ajustándolo sucesivamente a sus necesidades.

Es importante comprender la relación entre nivel de servicio y existencias de seguridad. El gráfico 1 ilustra la relación. Al dividir por 2 la distancia al 100 % se multiplican por 2 las existencias de seguridad. Por ejemplo, un aumento en el nivel de servicio del 95 al 97,5 % duplicará las existencias de seguridad necesarias. Los niveles de servicio que se acercan al 100 % se vuelven extremadamente costosos en poco tiempo, y un nivel de servicio del 100 % es el equivalente matemático a existencias de seguridad infinitas.

Gráfico 1: Relación entre existencias de seguridad y nivel de servicio

Gráfico 1: Relación entre existencias de seguridad y nivel de servicio


Elección de las categorías

En nuestra experiencia, resulta suficiente diferenciar entre 3 y 5 categorías de nivel de servicio para cubrir la cartera de productos desde artículos indispensables hasta aquellos de menor prioridad. Como ejemplo, elegimos un sistema de tres valores:

  • Alto: 95%
  • Medio: 90%
  • Bajo: 85%

Categorización de los productos

Las clasificaciones de producto son un modo estructurado y lógico para asignar productos a las categorías definidas previamente. Las clasificaciones que generalmente se utilizan individualmente o combinadas incluyen ventas, rentabilidad, cantidad de órdenes, CPV (costo de productos vendidos).

Ejemplo de clasificación de producto por ventas

  • Primer 80 % de ventas: Nivel de servicio alto
  • Siguiente 15 % de ventas: Nivel de servicio medio
  • Siguiente 5% de ventas: Nivel de servicio bajo

Ejemplo de clasificación de producto por contribución marginal bruta

  • Primer 80 % de contribución marginal: Nivel de servicio alto
  • Siguiente 15 % de contribución marginal: Nivel de servicio medio
  • Siguiente 15 % de contribución marginal: Nivel de servicio bajo

Una vez que las categorías han sido definidas y que se han asignado los niveles de servicio, Salescast determinará el punto de reorden (incluidos los niveles de existencias de seguridad) como función de estos valores. Con frecuencia vemos que mucho del potencial para la reducción del inventario no se apalanca solamente debido a la precisión de nuestro pronóstico, sino también al método más sofisticado y la actualización más frecuente del nivel de servicio.

Quien aún tenga dudas sobre el nivel de servicio adecuado que debe ser proporcionado a Salescast debería recordar que no es importante, ni realista, tener niveles de servicio perfectamente calibrados y listos para su aplicación. Lo que es importante es que la nueva atención vuelta hacia esta noción, combinada con los pronósticos de Salescast y el análisis de los puntos de reorden mejorará ciertamente el status quo.

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