Cross-docking

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Por Estelle Vermorel, febrero de 2020

Gráfico abstracto que ilustra la complejidad de la cadena de suministro El cross-docking es un método de logística, surgido en los años 30, en el que un flujo de mercancías ingresa a las instalaciones y sale de ellas sin que se almacene en ningún momento. Las mercancías fluyen literalmente de un muelle de recepción al siguiente. El cross-docking elimina las operaciones de carga y picking asociadas a una estrategia de almacenamiento tradicional, pero a expensas de la flexibilidad que ofrece almacenar las mercancías. Desde la década del 2000, con el auge del e-commerce, el cross-docking ha asumido un nuevo significado y puede ser instrumental para que una empresa logre ganar ventaja competitiva a través de la reducción de costos y, principalmente, de la reducción del riesgo frente a la incertidumbre de la demanda. No asumir el riesgo de almacenar stock tiene, sin dudas, muchas ventajas, pero también tiene sus desventajas, especialmente cuando se trata de calidad de servicio y de negociar con proveedores.


Una nueva generación de cross-docking

El cross-docking significa, literalmente, "cruce de dock o de muelle", y hace referencia a un método de logística en el que los productos se descargan de un lado de la terminal de cross-docking (puertas de carga), provenientes de vagones, contenedores o camiones, y luego se transfieren al otro lado de la terminal (puertas de descarga) para ser cargados de nuevo en camiones y enviados a diferentes ubicaciones. Este es un tipo de optimización spoke-hub (o Hub and Spoke) para reducir costos y aumentar la eficiencia.

Este método ha sido utilizado durante décadas por empresas de FMCG (bienes de consumo de alta rotación) para enviar las mercancías elaboradas en instalaciones de producción altamente concentradas a lugares dispersos. Por ejemplo, una empresa grande de componentes electrónicos fabricaba en China, descargaba los productos en un hub central —como Rotterdam para Europa— antes de enviarlos a los almacenes en diferentes países para servir a diferentes mercados.

Otro caso de cross-docking es la consolidación de envíos más pequeños que pueden combinarse para formar envíos más grandes y reducir las tarifas de transporte. Las mercancías luego se transportan en semirremolques con capacidad para 40 toneladas, en lugar de en transportes más pequeños con capacidad diez veces menor. Esto generalmente puede utilizarse para el transporte entre ciudades antes de enviar las mercancías para la entrega de última milla.

Sin embargo, con el creciente éxito del e-commerce, ha aparecido una nueva generación de cross-docking. Los e-commerce tienen una huella de infraestructura mucho menor que sus pares físicos y muchos de ellos intentan mantener esta ventaja competitiva para sus inversiones de cadena de suministro. Es por eso que el almacenamiento de inventario, con todos los riesgos y costos que comporta, les resulta poco atractivo. El cross-docking surgió como una de las maneras más populares en el e-commerce para servir bienes físicos a clientes sin asumir algún riesgo de inventario, con las mercancías que fluyen ininterrumpidamente del proveedor al vendedor y de ahí al cliente.

En forma estratégica, los e-commerce eligen para sus almacenes ubicaciones lo más cercanas posible a sus proveedores: OEM (fabricantes de equipos originales) o mayoristas, que son los que realmente almacenan los stocks. Cada vez que los clientes de un e-commerce compran desde el sitio web, los pedidos se realizan a los proveedores correspondientes —a veces, de varias entregas por día—, y el e-commerce recupera los productos solo para la etapa de entrega de última milla. Lejos de la estrategia inicial de las grandes importaciones, ahora se trata de lotes pequeños. La idea es evitar el almacenamiento, en lo posible, por completo. Los camiones se descargan, los productos se colocan directamente en una cinta transportadora y se vuelven a empaquetar para el cliente final con otros productos para pedidos múltiples, cuando fuera posible. Esta estrategia puede cambiarlo todo para los e-commerce, pero tampoco es una solución mágica y claramente no se adecua a todas las situaciones.

Pros y contras del cross-docking para e-commerce

Pros

No asumir la responsabilidad de almacenar inventario tiene muchas ventajas evidentes. En primer lugar, se evitan o se reducen drásticamente todos los costos relacionados, que son muchos (vea costos de inventario): costos de almacenamiento, costos de capital, costos de servicios de inventario, incluidos seguro, hardware, mano de obra, etc.

La gestión de mercancías también se reduce, ya que no hay necesidad de gestionar los productos, primero para almacenarlos adecuadamente en los estantes del almacén y luego para sacarlos de nuevo para la entrega. Aparte de los costos relacionados con ese paso adicional, en términos de mano de obra, hardware, tiempo, etc., para determinados tipos de mercancías, esto puede ser una ventaja en sí, especialmente en el caso de productos frágiles o perecederos que se echan a perder rápidamente.

La otra ventaja importante que tiene esta nueva generación de cross-docking es la reducción —y casi desaparición— del riesgo relacionado con la demanda fluctuante. Los pedidos a proveedores se realizan después de que los clientes han dado a conocer sus deseos. Si bien puede pasar que los clientes cancelen los pedidos más tarde, que haya problemas con el pago o que se devuelvan los productos, esto no se compara con una situación en la que el minorista debe pronosticar la demanda con mucha anticipación, con todas las dificultades inherentes a una tarea de este tipo. Además, si los pagos se realizan por adelantado, la reducción del capital circulante necesario para la organización es un significativo beneficio adicional.

Esas ventajas pueden, a su vez, dar una ventaja competitiva importante. Entonces, ¿por qué el cross-docking no se ha convertido en el único método utilizado en los negocios? Como siempre, hay pros y contras...

Contras

Si bien no almacenar inventario se traduce en menos riesgos y reducción de algunas categorías de costos, por el otro lado, toda empresa que escala siente, tarde o temprano, la tentación de comenzar a almacenar su propio inventario. ¿Por qué? Porque poder hacer pedidos en lotes grandes a proveedores trae ventajas significativas. El cross-docking para los e-commerce generalmente implica comprar en pequeñas cantidades después de que los clientes han realizado los pedidos. Para garantizar la satisfacción del cliente, los e-commerce raramente pueden permitirse esperar hasta que se hayan acumulado suficientes pedidos del mismo producto como para realizar un único pedido grande. Los proveedores, por su parte, generalmente trabajan con MOQ (cantidades mínimas de pedido) o MOV (valor mínimo de pedido) y descuentos, proporcionando descuentos y precios más bajos por unidad cuando se alcanzan determinados volúmenes. Cuando se utiliza el cross-docking, es mucho más difícil alcanzar las MOQ o los descuentos de precios. Las negociaciones con proveedores son mucho más complicadas en este tipo de contexto. Este es el motivo principal por el que los grandes e-commerce sienten la tentación de comenzar a almacenar inventario cuando han crecido lo suficiente y pueden costear asumir los riesgos de sus productos de mayor rotación. Pueden, entonces, aumentar sus márgenes significativamente.

¿Y qué hay de llegar al cliente más rápidamente? Este elemento se presenta a menudo —equivocadamente— como una ventaja del cross-docking. Puede que haya sido así hace algunos años, pero con la evolución reciente de la cadena de suministro y la generalización de las entregas en 24 horas (o incluso entregas el mismo día), esto se ha vuelto más un punto en contra que uno a favor. En promedio, es más lento servir a clientes a través del cross-docking que a través del stock (si el inventario se gestiona adecuadamente). El cross-docking agrega, fácilmente, entre 12 y 24 horas de retraso, lo que hace que una entrega rápida se vuelva casi imposible o muy arriesgada. Para que una empresa pueda jactarse de la capacidad de entregar en 24 horas —no 24 horas después de recibir las mercancías de los proveedores, como está escrito en letra chica en los Términos y condiciones—, debe asumir la responsabilidad de almacenar inventario.

Como regla general, recurrir al cross-docking significa estar siempre limitado por la calidad del servicio de los proveedores. Por definición, no existe un margen si el proveedor tiene un accidente de producción o se retrasa en la entrega. Tampoco existe la posibilidad de ajustar o controlar la compensación entre costos y nivel de servicio (excepto si se cambian proveedores). Es decir, si un proveedor decide entregar más rápidamente y aumentar la calidad del servicio por un costo mayor (o el contrario), no queda otra alternativa que la de aplicar esta política al cliente. Al contrario, al almacenar inventario y posiblemente combinar proveedores del mismo tipo de productos, una empresa puede tener mayor control sobre esa política y ajustar la compensación para que se adecue a sus necesidades.

Factores sensibles

Al final, depende de cada empresa sopesar los pros y contras del cross-docking, dependiendo del contexto, del tipo de productos, de los proveedores disponibles, etc. Además, depende mucho de la ubicación de clientes y proveedores, de los costos relacionados con el inventario almacenado y de la complejidad de los productos vendidos.

Las empresas deben tener en cuenta, también, que el cross-docking no es una solución mágica y que debe gestionarse de forma adecuada. Se requieren procesos dedicados para optimizar el cross-docking; entre otras cosas, un sistema de TI y un sistema de envío físico adecuados. La complejidad también surge cuando existe una combinación de lógica de cross-docking con una lógica de servir a través de stock, con, posiblemente, dos tipos de compras, de sistemas, de cintas transportadoras, etc.

La propuesta de Lokad para el cross-docking

En esta nueva década, la diferencia entre los almacenes clásicos y las plataformas de cross-docking irá desapareciendo gradualmente. Los almacenes tradicionales se expanden gradualmente con capacidades de cross-docking, mientras que las plataformas de cross-docking se expanden gradualmente con la capacidad de almacenar algo de inventario. Además, los avances en la automatización de almacenes que ofrecen control programático sobre el flujo de mercancías dentro de las instalaciones están desdibujando los límites aún más.

En Lokad consideramos que las empresas deberían adoptar estrategias de cadena de suministro que les permitan aprovechar tanto el cross-docking como el almacenamiento. En particular, se necesitan herramientas de optimización predictiva para respaldar a los equipos —en especial, a los equipos de compras—, y permitirles pasar en forma dinámica de una opción a otra en el nivel más granular, es decir, para cada unidad en tránsito.

Una capacidad de este tipo requiere la habilidad de evaluar rápidamente las ganancias financieras asociadas con cada uno de los métodos y el riesgo asumido al almacenar stock de un tipo de producto con respecto al aumento en los márgenes, los costos generados, etc. Este es el tipo de lógica y herramienta que Lokad pretende implementar con la Quantitative Supply Chain (cadena de suministro cuantitativa), para darle a las empresas más flexibilidad y mejorar su rendimiento.